Ubicado en Punta Coco, un lugar mágico que el Grupo Margaritaville encontró para combinar la cálida hospitalidad con un ambiente relajado lleno de comodidades y lujos personalizados, buscando que cada momento de tu estadía junto al mar esté lleno de autenticidad, cultura y las mejores experiencias locales como acceso al espectáculo natural de Bioluminiscencia, cenas románticas, hermosas suites y más de 270 metros cuadrados de una increíble playa y un servicio de cinco estrellas.

Para llegar al hotel hay 2 opciones: tomar un taxi al desembarcar del ferry o vía helicóptero. Están trabajando en un proyecto para tener un muelle y poder llegar vía marítima directamente al hotel. Al llegar a St. Somewhere te verás atraído por la deliciosa aromaterapia y te recibirán con un coctel de bienvenida y toallas frescas para el calor de la isla.

 

La propiedad cuenta con 39 suites y 2 restaurantes, mi favorito fue The Harbor House, sus pizzas a la leña son una delicia y no puede faltar en la carta la favorita de todo Holbox: La pizza de langosta.

Es un hotel ideal para parejas, grupos de amigos e inclusive familia porque es kids friendly. En instalaciones es bastante diferente al estilo rústico del resto de los hoteles de Holbox, pero sin caer en edificios impresionantemente grandes como la Riviera Maya. Es un hotel petit, bonito, cómodo y nuevo para conocer y disfrutar en Holbox.

 

Su insignia es el faro que puedes contemplar desde fuera y que lo ves por todo el hotel; algo que se me hizo muy memorable fue que la ubicación de St. Somewhere es buenísima si quieres ver la bioluminiscencia que es este fenómeno donde ese aprecian puntos azules en el mar, gracias a la presencia del fitoplancton que produce estas luces. Esto no se puede ver siempre, depende de las condiciones climáticas - que en el hotel te pueden orientar -, así como el horario, casi siempre es después de las 9 pm.