Platicar con Malena siempre es un placer, su sonrisa y la buena energía que irradia es algo muy agradable cada vez que la veo. Con la calidez que la caracteriza, nos abrió las puertas de la Casa Blanca - residencia donde vive con una historia de más de 100 años - para esta entrevista en la que tocamos temas personales de su vida como mujer, esposa, madre, empresaria y artista. Con 25 exhibiciones individuales y más de 100 colectivas en ciudades como Florencia, Ferrara, Miami, Nueva York, Londres, Ciudad de México, Bratislava, Montenegro, Croacia, Belgrado, Dallas, Montreal, Viena y Budapest, Malena es una fuerte impulsora del arte.

D: Malena, ¿Desde cuándo nace tu amor al arte?

M: Desde los 6 años, cuando me llevaron por primera vez a clase de pintura en el Colegio Teresiano, recuerdo que mi día favorito era el sábado porque era el día de la clase. Cuando entré a la primaria, mi mamá me sacó de la clase de pintura porque decía que si pintaba bien, iba a pintar bien en todos lados y entonces decidió meterme a clases de guitarra, ingles, ballet y otras disciplinas, mi mamá era más racional, yo soy más artista. En la secundaria tuve un maestro que se llamaba Jorge Vales - Fundador de Creativo Vales -, él me dio mi primera clase de arte. En la prepa tuve como maestro a Domingo Rodríguez Semerena, años después tomé clases de pintura con Alonso Gutiérrez, quien me enseñó a hacer mis propias obras.

 

“José y mis hijos son como el viento que impulsan mis alas”

 

José, mi fiel compañero de vida, comenzó a ser mi novio desde que yo tenía 14 años, estudié mi secundaria en el Colegio Mérida y cuando anunciaron que iban a hacer mixto el Centro Universitario Montejo (CUM), mi mamá decidió inscribirme a la preparatoria allá para que estudiemos juntos. José siempre ha sido muy tímido, nuestras salidas eran básicamente ir a cenar e ir al cine. En el último año de prepa me fui a estudiar a Nueva York y tomé clases de arte. Regresé al Colegio Mérida a terminar la prepa y posteriormente estudié Puericultura y Teacher’s Training en el Rogers Hall, donde di clases antes de casarme. José siempre me ha apoyado en todo lo que he hecho, hemos pasado momentos muy difíciles que no hubiera sido posible atravesar sin el apoyo de él, de mis hijos, mis papás y mis cuñados.

 

“Siempre hay que enfrentar los obstáculos de la vida”

 

D: ¿Cuál ha sido tu mayor reto en la vida? 

M: Cuando llegó el momento difícil de la crisis del 94, tenía que ver qué hacer para apoyar más el sustento de la casa y me puse a vender seguros, como lo hizo mi abuelo, quien fue el fundador de La Peninsular Seguros, sentía que me iba a comer el mundo. Nuevamente retomé clases de pinturas con Alonso Gutiérrez. 

 

D: ¿Cómo te fuiste introduciendo al mundo del arte en Yucatán?

M: Durante 10 años, estuve trabajando de la mano del Instituto de Cultura de Yucatán, primeramente con Domingo Rodríguez -mi ex maestro - y posteriormente con los otros directores que fueron llegando. Domingo colocó a Alfredo Cruz como Secretario de Cultura y crearon la Escuela Superior de Artes de Yucatán (ESAY). Antes de crear la ESAY empecé a acercar a los artistas a la sociedad, animé a los directores de arte a que se abran a las nuevas propuestas y no solo me limité a los artistas yucatecos, sino también invité a artistas de otros estados y otras naciones que estaban viviendo en Yucatán, una vez que se abrió la ESAY, convocamos a directores y alumnos distinguidos para exponer y tener un mejor curriculum. 

 

Cuando llegó a Mérida el maestro en artes visuales, Alfredo Cruz de Oaxaca, decía que en Yucatán no había artistas y mi visión empezó a cambiar. ¿Por qué dice que no hay artistas yucatecos? Si yo siento que Alonso Gutiérrez, Ermilo Torre y muchos otros más son grandes artistas. Alfredo tenía una visión más mundial, él empezó a motivarme para dar a conocer mi trabajo en las ferias de arte y jamás pensé que iba a exponer en un Art Basel o una Bienal.

 

“Cuando se cierra una puerta, se abre una gran ventana”

Fui una revolucionaria, pero hice que se movieran las instituciones para hacer su trabajo. Un día me llamó un grupo de artistas para hacer un proyecto de recuperar la historia de Yucatán, e hicimos una gran labor. De eso vino la invitación a exponer mi obra en la Bienal de Florencia.

 

D: Platícanos de tu residencia: La Casa Blanca

M: Aquí vivo con José hace 36 años, esta casa fue herencia de mi suegra, Doña Sara Domínguez. Ya viví más tiempo aquí que lo que ella vivió aquí. Era una casa de campo a las afueras de Mérida, que con el tiempo se volvió parte del Centro Histórico y que data de poco más de 130 años. Mi suegro, Don José Martínez Cué - fundador de Bancomer en Yucatán -, se la regaló a su esposa el día que mi esposo José nació y ella remodeló la casa para vivir.

 

En la actualidad, orgánicamente se han hecho eventos privados gracias a la relación con amigos, así como sesiones de fotos y se está pensando rentarla para eventos sociales. La gente ha comenzado a llamarle la Casa Blanca a este espacio lleno de arte, cultura e historia. 

 

D: ¿Qué le dirías a los artistas en Yucatán?

M: A los seres humanos nuestro ego es lo que nos perjudica y no nos permite avanzar, cuando pensamos en el bien común y en objetivos que sean para tener una vida más plena, a través del arte, puede ser una gran forma de lograrlo. Los artistas en Oaxaca han podido lograr tener unas grandes comunidades, para entre ellos dar una mejor calidad y mostrarse al mundo. A los yucatecos todavía nos falta trabajar en ello, es importante pensar que cada uno con nuestro arte enriquece a Yucatán y al mundo, no es una competencia, es una unión de todo para mostrar lo mejor de lo que nosotros somos capaces de hacer, a través del arte y como seres humanos. 

 

Eso no lo entendían muchas personas. Si tú crees en algo, vas por ello y le pones el 150%. Yo hago que las cosas sucedan, las personas que están en el mundo verdadero, no pueden creer que tú lo hagas por esos objetivos para el bien de todos. No pueden creer que uno solo luche para que hayan más espacios para exponer, exigir que el gobierno esté atento de hacer su trabajo y ponerse al servicio de los artistas, que los artistas hagan su trabajo y cumplan con todo lo que tienen que hacer, que los empresarios se involucren y aprecien esa creatividad y lleven sus marcas al mundo. Puse a la vista del mundo a muchos artistas. Siempre soy muy inclusiva.

 

"La persistencia en el esfuerzo logra los éxitos más rebeldes"

 

Malena y su arte en el mundo

 

D: ¿Por qué es tan importante el año 2000 para ti?

M: Fue un parteaguas. Fue el año en el que comencé a hacer cuadros, participé en la Primera Convención de Mujeres Empresarias donde hice la exposición en el Centro de Convenciones Siglo 21 “América sin Fronteras Reto Pictórico” y se me ocurrió hacer un escrito de cómo las mujeres empresarias nos volvimos empresarias de nosotras mismas a través de nuestro arte. No necesitábamos mucho de una empresa, sino la empresa éramos nosotras. 

 

A partir de ese momento decidí dejar los seguros y abrí mi escuela Malena Peon Fine Arts. Llevo 22 años como promotora del arte, directora de Malena Peon Fine Arts y como pintora. En el 2009 fui a la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de Florencia y empecé a tener contactos y relaciones, que más adelante me llevaron a a participar en Nueva York, Miami y se dio la oportunidad de que los organizadores de la Bienal de Florencia vinieran a Yucatan con el proyecto llamado: Efecto Bienal. 

 

Presidenta de las Olimpiadas del Arte


Cuando fui a exponer a Bratislava me invitaron a ser la Presidenta de México, he invitado a artistas de la Ciudad de México, Campeche y Yucatán a exponer en otras partes del mundo. Este año, que será la sexta edición en la que participo, le estoy dando la oportunidad a mis alumnos y a la escuela de Mónica Medina, así como a un alumno especial que ha estado conmigo por 11 años y que va a ir a Budapest.  

 

Empecé a hacer que se llevara el arte a donde estaba la gente. El arte no sirve solo para admirar o para decorar, sino también para llevar un lenguaje y un diálogo. El espectador es la otra parte de esa misma obra de arte, ese mismo espectador puede ser solo espectador, pero también puede tener la inquietud de tener su propio arte, acercarse a la escuela y tomar sus clases, también al mismo tiempo es una forma de decir si se puede. Tú puedes mostrarle al mundo lo que estás haciendo en tu tiempo de vida. No hay nada perfecto. Todo está perfecto en la misma imperfección, cuando tú entiendes eso ya puedes ser feliz.

 

Malena Peón Fine Arts

 

D: Cuéntanos sobre tu escuela de artes

M: Es una escuela para niños a partir de 5 años, jóvenes y damas, más que de artes, es de felicidad, de cómo tener confianza en ti mismo y cómo tener seguridad de poder expresar lo que sientes, sea bueno o sea malo, porque en ese proceso se está dando un proceso de sanación y vida plena. A través de la pintura, puedes ir aprendiendo a cómo, igual que en la vida, el error-ensayo es lo que te va forjando para la persona que vas a ser y cuando te fijas más en gozar el proceso y no en las metas, logras tener un gran presente para el maravilloso futuro que te está esperando.

 

Obras más significativas

 

Donde está tu hermano socialmente responsable

 

Homenaje a Frederick Catherwood

 

Frida meets Velazquez

 

Malena paints Elizabeth 

 

Reconocimientos

 

Exposición 100 años de la Casa Peón de Regil (2004)

Reconocimiento de Art Tour Magazine

Enciclopedia Yucatanense como Mujer Factor de Cambio en la Cultura 

Reconocimiento al Mérito del Desarrollo Cultural la AMMEYUC Asociación Mexicana de Mujeres Empresarias de Yucatán (2012)

Impulso Universitario AC por sus 10 años impulsando la educación a través del arte (2015)

Reconocimiento como Mujer Destacada en la Cultura por la Asociación Mexicana de Mujeres Empresarias Capítulo Yucatán (2016)

El Hotel Fiesta Americana Mérida, como Embajadora del Arte en el Mundo (2018)

Premio en los World Art Games por su obra “Sueños” (2020)