Ganadora del Premio Pritzker 2004

Londres, Inglaterra

"Creo que a través de nuestra arquitectura, podemos dar a la gente una visión de otro mundo y hacer que se entusiasmen con nuevas ideas"

Con más de 30 años en el mundo de la arquitectura, Zaha Hadid galardonada por el Premio Pritzker en el 2004, considerado el Nobel de la Arquitectura, nos brindó su tiempo para esta exclusiva entrevista, donde dejó ver que la arquitectura de inclusión es un arma fuerte para incrementar el bienestar social. Zaha nació en Baghdad, Iraq y estudió Matemáticas en la Universidad Americana de Beirut, posteriormente se mudó a Londres para estudiar en la Escuela de Asociación Arquitectónica y a los dos años de egresar, construyó su primera obra: La Estación de Bomberos Vitra en Alemania en 1993.

Ella ha impartido cátedras en diversas universidades alrededor del mundo, Columbia, Harvard y Yale, son algunas de ellas. Actualmente es maestra de la Universidad de Artes Aplicadas en Viena. El interés de Zaha se encuentra en la interfaz rigurosa entre la arquitectura, el urbanismo, el paisaje y la geología. Integra la topografía natural y sistemas humanos a medida, buscando siempre la innovación con nuevas tecnologías. Es pionera en investigación y diseño, recientemente completó la construcción del Centro de Medio Oriente de la Universidad de Oxford en el Colegio de San Antonio, el nuevo Estadio Nacional para los Juegos Olímpicos del 2020 en Tokyo, el Instituto Rith Sleuk en Phnom Penh, Cambodia, el Banco Central de Iraq y el Gran Teatro de Rabat, entre otros proyectos culturales, empresariales y académicos en Asia, Europa, Medio Oriente y las Américas.      

D: ¿Qué es lo que te apasiona de la arquitectura?

Z: La arquitectura se trata en última instancia sobre el bienestar; la creación de ambientes agradables y sustentables que entusiasmen e inspiren todos los aspectos de la vida. La arquitectura puede llevar en su interior un sentido inherente de vitalidad y optimismo; la capacidad de conectar a las comunidades y construir su futuro. La sostenibilidad ecológica y la desigualdad social son los retos definitorios de nuestra generación y la arquitectura de la inclusividad ofrece soluciones a estos desafíos clave.

Un centro de arte, la ópera o una escuela de baile, centro deportivo o parque público, por la propia naturaleza de su importancia cultural y cívica, hace que estos espacios sean accesibles a todo el mundo y elimina la segregación y divisiones en nuestras ciudades logrando una rica vida urbana.

D: ¿Cuál es tu área de especialización?

Z: Más del 50% del crecimiento de la población mundial vive en ciudades y esta cifra está en constante aumento. Las ciudades de hoy son mucho más diversas y ahora tienen que atender a toda una serie de personas con diferentes culturas, experiencias e influencias. Como arquitecta, el cliente ya no es una sola persona o tipo de persona, el cliente es todo el mundo. Esto ha sido muy emocionante y se suma a la riqueza del espacio cívico.

Nuestra tarea como arquitectos es investigar sobre nuevos materiales, técnicas de diseño y métodos de construcción que aporten beneficios ambientales. No miremos partes separadas, entendámoslas como un todo, trabajando juntos para crear comunidades integradas que presenten soluciones actuales a los retos ecológicos y sociales que definen nuestro tiempo.

“Es sólo a través de la arquitectura de inclusividad que vamos a crear una sociedad verdaderamente sostenible”

D: ¿A qué arquitecto admiras?

Z: La originalidad de Oscar Niemeyer, la sensibilidad espacial y su virtuoso talento es absolutamente único. Muchos arquitectos de esa época experimentaron con formas, pero Niemeyer llevó a su trabajo a un nivel más alto, con ayuda de todas las ventajas de la tecnología concreta del tiempo para crear las formas fluidas de su obra. Tuve la suerte de visitarlo en su casa en Río (Casa das Canoas), es una obra maestra, una lección de cómo lograr algo con líneas muy simples. La arquitectura es como la escritura - debes editar y volver a editar, y otra vez, hasta que se vea sin esfuerzo-.

D: ¿Qué beneficio aporta tu arquitectura a la sociedad?

Z: Tenemos que ir más allá de la arquitectura de la separación, hacia una arquitectura del Siglo 21 que se ocupe de la riqueza, la complejidad y la interconectividad de la vida contemporánea. Parte del trabajo de arquitectura es hacer que la gente se sienta bien en los espacios donde vivimos, donde trabajamos o donde vamos a la escuela, por lo que debemos estar comprometidos a elevar los niveles de vida. Tener una casa es un asunto crucial, no sólo en términos de un refugio y de necesidades básicas, sino también para el bienestar y para una vida mejor. Hay suficiente riqueza y no solo los muy ricos pueden tener un buen hogar.

La vivienda social, escuelas, hospitales y otras infraestructuras vitales siempre se han basado en el concepto de la existencia mínima y no debería ser el caso hoy en día. Los arquitectos ahora tenemos las habilidades y herramientas para hacer frente a estos temas críticos y muchas comunidades de todo el mundo se han comprometido a resolverlo.

ZAHA HADID ARCHITECTS

www.zaha-hadid.com

Londres, Inglaterra